Un joven llamado sansón nacido en Israel, nunca se corto el cabello, pues el Señor había dicho que seria muy fuerte, pero eso dependía de las fuerzas que le diera el Señor y de que nunca pero nunca se cortara el cabello, porque si se lo cortaba ya no tendría mas fuerzas. El debía obedecer lo que Dios le había dicho 

Paso un tiempo, sansón ya era grande, y se enamoro de una muchacha que no amaba a Dios; pero a él no le importó eso. Un día la muchacha llamada Dalila le preguntó a sansón que a que se debía su fuerza y el le dijo: “si me atan con cuerdas nuevas, seré igual a cualquier hombre”. Así que cuando sansón se durmió Dalila lo ató con cuerdas nuevas y le dijo: ¡¡sansón, los filisteos atacan!!. Y el se levantó y rompiendo las cuerdas nuevas con su fuerza salió, pero los filisteos estaban escondidos esperando ver si se debilitaba, pero Dalila al darse cuenta que ese no era el secreto para quitarle la fuerza a sansón le dijo: “me has mentido, ahora te ruego que me digas el secreto de tu fuerza”. Y así sansón mentía diciendo que con ciertas cosas a él se le quitaban la fuerza, sin embargo no era verdad. Pero Dalila cada día le acosaba diciendo: “declárame el secreto de tu fuerza, declárame el secreto de tu fuerza”. Así que sansón cansado de Dalila y de inventar secretos sobre su fuerza decidió decirle el verdadero secreto de la fuerza que poseía. Y le dijo: “A mi nunca me han cortado el cabello, si me lo cortan yo seré igual a cualquier hombre”. Sansón había desobedecido a Dios, porque había dicho su secreto y Dios había dicho que no debía decirle a nadie el secreto de su fuerza. Ahora sansón si que iba a tener problemas, Dalila esperó que sansón se durmiera, le cortó el cabello y le dijo: “sansón, los filisteos atacan”. Y cuando él se levantó los filisteos lo atacaron, pues Dios ya le había quitado las fuerzas por dejarse cortar el cabello; y los filisteos le pusieron cadenas, le sacaron los ojos y lo pusieron delante de todo el pueblo para que se burlaran de él que ya no tenia fuerzas. Entonces sansón estaba muy enojado con los filisteos, así que dijo que lo llevaran cerca de las dos columnas que había en el templo donde estaba reunido todo el pueblo; y cuando estuvo en medio de las dos columnas oró a Dios diciendo: “Señor acuérdate de mi al menos esta vez y dame fuerzas para vengarme de estos filisteos” Y Dios lo escuchó y le dio fuerzas y Sansón tumbó las dos columnas que sostenían el templo y todos los muros del templo se derrumbaron y todas las personas que estaban en él murieron, incluso sansón!.

Amiguit@ desobedecer a Dios trae muchas cosas malas como consecuencia, por eso hay que leer la Biblia para saber que es lo que a Dios no le gusta para que nunca pero nunca vallamos a hacer algo que a Dios no le guste.